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NOBLE SILENCIO: Mi primera vez asistiendo a un retiro de silencio

Actualizado: 10 ago


¿Es posible que a medida que creces empieces a sentir curiosidad por ir a un retiro, a una búsqueda de visión, a tocar un tambor frente al fuego, a querer tomar yagé para sanar tu pasado y a empezar a ver documentales de los estudios alrededor de la psilocibina? Esta necesidad de viajar a la profundidad inició desde que cumplí 30 años, algo simplemente hizo clic y empecé a explorar una forma distinta de experimentar la vida.


Te quiero compartir mi primera vez en un RETIRO DE SILENCIO, algo a lo que me apunté sin saber que lo necesitaba tanto, algo que sucedió de un impulso y luego me di cuenta que debería empezar a hacer al menos una vez en el año.


2 cosas que me gustaron de esta experiencia:

 

Entrenar mi atención:

 

Estando en un retiro de silencio, te das cuenta de que todo suena al exterior y al interior, y cuando les digo todo, es todo: los pájaros, los grillos, la chicharra, la hoja, el rechinar de las puertas, la forma en la que tu ropa rosa con la piel, tus movimientos, tu respiración, tus pensamientos.

 

Es linda esta sensación y me enseñó un montón, llegué a Villa De Leyva pensando que estaba cansada de hablar y de escuchar y necesitaba una especie de respiro auditivo y expresivo en mi vida, peeeero como el universo siempre tiene formas hermosas de manifestarse, me di cuenta de que nada es un absoluto, hay muchas cosas en las cuales encuentro paz y armonía cuando suenan, y otras muchas que me generar estrés, ansiedad y desesperación. Así que he decidido subir y bajar volúmenes en mi consola personal de audio para habitar los espacios de una forma distinta, aquí les comparto mi lista de las 11 cosas que disfruto mucho escuchar:

 

+ Etta James.

+ El sonido de la marquita de la placa de mi perrita canela cuando se está acercando en la mañana para subirse a la cama a darnos los buenos días.

+ La cebolla fritándose.

+ El queso asándose.

+ La voz de mi mamá para meditar.

+ Los pájaros al amanecer.

+ Las olas chocando en la orilla.

+ La hoja de un libro al pasarla.

+ Las hojas de los árboles cuando pasa un fuerte viento.

+ La guitarra acústica de Jorge cuando está improvisando melodías.

+ La leña craquear en una fogata.

 

Descubrir que un día son muchísimas horas:

 

Cada día en el retiro era despertar cuando el cuerpo se despertara, sin alarma, acostarte a dormir cuando tuvieras sueño, el tiempo era dedicado para respirar, para observar y para escribir, para hacer unos estiramientos del cuerpo y para abrirle espacio a la nuevo, fueron 3 días y en mi percepción fueron 5 días. Me di cuenta entonces, que no es poco el tiempo que tengo en un día, 24 horas cuando no estás mirando el reloj cada 30 minutos se disfrutan y se contemplan de forma muy distinta, tanto así que una vez a la semana estoy empezando a dejar el celular a un lado y las pantallas para no ver la hora, y poder escuchar todo a mi alrededor de forma distinta, por ejemplo, ¿Estoy sintiendo realmente hambre? O ¿Estoy comiendo porque ya es el mediodía y hay que comer el almuerzo? ¿Tengo ganas de caminar o tengo sueño? ¿Tengo ganas de escribir en la noche o en el día? Y así.

 

2 cosas que no me gustaron de esta experiencia:

 

El sonido de ladridos: 


Se lee gracioso para los que me conocen, pero cuando tienes 2 perritas territoriales que ladran por el pasar de una mosca, también quieres descansar de esto. ¿Y adivinen qué sonaba de fondo todo el día? Hermosos ladridos constantes de los perros de las fincas, al tercer día claramente comprendí lo que tenía para enseñarme esto, porque en un retiro de silencio todo te enseña.

 

El viento frío y sentir las manos congeladas todo el tiempo:


Lo que realmente me molestó de este punto fue no seguir mi instinto, porque pensé en llevarme mi chaqueta a prueba de frío, de esas con las que uno parece un esquimal en la ciudad, pero al final pensé “tan exagerada Anto, viaja ligera, liviana, como la canción de Briela” Luego entendí que no se refería a la chaqueta y que sí podía haberla llevado, en fin.

 

Gracias por abrir espacio a leer esta primera vez, te invito a qué vivas una primera vez este mes, ¿Te animas? Déjame sabe en los comentarios qué has realizado últimamente que haya sumado a hacer tu mundo más grande.

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